Un joven, al estar con su novia en un parque, dentro de un auto, le ruega, lloriquea y pide por lo que más quiera que se deje hacer el amor, pero la chica no accede.

Finalmente el joven le dice:
- Anda mujer, sólo te voy a meter la mitad.

La mujer por fin convencida acepta, diciéndole:
-Bueno, pero sólo la mitad... promételo.

El joven acepta y se lanza sobre ella desesperado e introduce todo lo que tiene. La chica, al sentir la embestida, goza tremendamente y le dice a su novio:
- ¡Métemela toda!

El novio, algo avergonzado, tratando de salvar su orgullo le dice:
- ¡Ah No! Promesas son promesas.