Los recién casados llegan al hotel donde pasarán su primera noche juntos, pero hay un pequeño problema: la novia está en sus días.
La mujer no se lo dice a su esposo porque de todos modos decide hacerlo.

Al otro día, cuando el novio se levanta y no encuentra a su compañera en la cama, observa que la sábana está manchada con sangre.
- ¡La maté! -exclama el tipo.

Se levanta y ve que en el piso también hay huellas de sangre.
- ¡La arrastré!

Entra al cuarto de baño y se mira en el espejo.
- ¡Me la comí!