- Señor, deme un preservativo. Mi novia me ha invitado a comer esta noche a su casa, y como ya venimos saliendo tres meses, parece que "algo" quiere. El farmacéutico le despacha el preservativo y cuando se está yendo, regresa y le dice: - Señor, mejor deme otro, porque la hermana de mi novia también está buenísima, y me manda unas cruzadas de piernas que parece que también quiere "algo", y como voy a ir a comer a su casa... El farmacéutico le da el segundo, y cuando se está yendo vuelve a regresar, y dice: - Mire señor, mejor deme otro más, porque la mamá de mi enamorada está recontra buena la vieja, y me manda unas insinuaciones, que por ahí algo quiere, y como me va a invitar a comer...
Llega la hora de la comida, y el muchacho está sentado a la mesa con su chica al lado, la hermana al otro lado y la mamá al frente, y en eso entra el papá de la chica y se sienta también a la mesa, y el muchacho baja la cabeza, une las manos y empieza rezar:
- Señor, bendice estos alimentos,... bbzzz, bbzzz, bbzzz, ..... te damos gracias por estos alimentos...
Pasa un minuto y el muchacho seguía con la cabeza baja, rezando:
- Gracias Señor por estos dones, bbzzz, bbzzz, bbz.... Pasan cinco minutos y seguía:
-Bendice Señor este pan,bbzzz,bbzzz,bbzzz,....
Pasan más de diez minutos y el muchacho seguía con la cabeza baja, rezando. Todos se miran sorprendidos, y la novia, más que nadie sorprendida, le dice al oído: - Mi amor, no sabía que fueras tan creyente
Y él le responde:
- Y yo no sabía que tu papá era farmacéutico.