Dos mujeres, de esas que los esposos no las sacan nunca, se pusieron de acuerdo para salir una noche a echar broma. Total que se fueron a un bar, se tomaron como diez cervezas cada una, y como a las 12 de la noche se regresaron.

En el camino una dice: "Cono, me estoy orinando. Párate por aquí, por favor."

La tipa se para, con tan mala suerte que estan al lado de un cementerio. La que se estaba orinando se baja y se pone a orinar en una tumba, pero le da tanto miedo que en lo que termina sale apurada y deja las pantaletas.

Cuando llega, la otra le dice: "Ahora tengo que ir yo a orinar, porque de esperarte me dieron ganas a mi tambien."

La tipa se baja, se sienta a orinar en otra tumba, y del miedo cuando termina se pone rápido todo y deja tambien las pantaletas.

Las tipas llegan a la casa y se acuestan. Al otro día, se encuentran los esposos de las mujeres, y uno le dice: "No sé tu mujer, pero imaginate la parranda que se echaron, que mi mujer llegó anoche sin pantaletas a la casa."

Y el otro dice:

"No joda, chico, eso no es nada. La mía llegó anoche sin pantaletas y con una cinta morada en el culo que decía: Recuerdo de todos tus amigos..."